Medicación y autismo, la gran decisión

abilifyHoy os traigo un nuevo estudio sobre un medicamento que está empezando a adquirir cierta notoriedad en las consultas de psiquiatría infantil, el Abilify. Un reciente estudio publicado en la revista Pediatrics nos habla al respecto de sus “bondades”, pero daremos una vuelta más a la tuerca en este delicado asunto.

El aripiprazol alivia la irritabilidad en niños con autismo, pero provoca aumento de peso

El agente antipsicótico atípico aripiprazol (producido por Otsuka Pharmaceutical Co. y comercializado como Abilify por Bristol Myers Squibb) reduce los síntomas de irritabilidad en los niños y adolescentes con autismo, pero, aunque generalmente es bien tolerado, su uso se asocia con una mayor tasa de abandono debido a efectos adversos y con un aumento de peso. Otro de los efectos adversos que genera es el estreñimiento y el consiguiente dolor abdominal.

El ensayo que así lo indica incluyó a 98 sujetos (de 6 a 17 años de edad) sometidos a una fase de lavado de una duración de hasta 6 semanas, durante la cual se prohibieron todos los medicamentos psicotrópicos. Luego fueron asignados al azar a placebo o a una dosis de aripiprazol de una dosis inicial de 2 mg/día hasta un máximo de 15 mg/día.

A las 8 semanas de tratamiento, la disminución de la puntuación de la subescala ABC, que clasifica la irritabilidad, fue significativamente mayor para los pacientes que recibieron aripiprazol. También se obtuvieron resultados positivos en el grupo de tratamiento activo en las medidas de hiperactividad, estereotipias, lenguaje inapropiado y calidad de vida. Sin embargo, la ganancia de peso fue significativamente mayor con aripiprazol.

Artículo publicado en Revista de Neurología

Traducción del resumen publicado en la revista Pediatrics.

OBJETIVO: El objetivo de este estudio fue evaluar la eficacia a corto plazo y la seguridad de aripiprazol en el tratamiento de la irritabilidad en niños y adolescentes con trastorno autista que se manifestaban conductas como las rabietas, la agresión, comportamiento autodestructivo, o una combinación de estos .

MÉTODOS: Se trata de 8 semanas, doble ciego, aleatorio, controlado con placebo, de grupos paralelos se llevó a cabo de los niños y adolescentes (6-17 años) con trastorno autista. Los pacientes fueron asignados aleatoriamente (1:1) a la dosis de aripiprazol de forma flexible (la dosis objetivo: 5, 10, o 15 mg / día) o placebo. Las medidas de resultado se valoran bajo “Aberrant Behavior Checklist irritability subscale and the Clinical Global Impression–Improvement score” (CGI-I). La seguridad y tolerabilidad también fueron evaluadas.

RESULTADOS: Noventa y ocho pacientes fueron asignados aleatoriamente para recibir placebo (n = 51) o aripiprazol (n = 47). El promedio de mejoría en la puntuación de “AAberrant Behavior Checklist irritability subscale and the Clinical Global Impression–Improvement” fue significativamente mayor con aripiprazol que con placebo en la semana 1 a la semana 8. Aripiprazol demostró una mejoría global significativamente mayor que el placebo, según la evaluación de la CGI-I puntuación media de la semana 1 a la semana 8, sin embargo, síntomas clínicamente significativos residual que todavía pueden persistir en algunos pacientes. Las tasas de interrupción como consecuencia de los acontecimientos adversos (AA) fueron 10,6% para aripiprazol y de 5,9% para placebo. De los síntomas extrapiramidales relacionados con las tasas de AE fueron del 14,9% para aripiprazol y de 8,0% para placebo. No se reportaron reacciones adversas graves. La ganancia de peso fue de 2,0 kg de aripiprazol y de 0,8 kg con placebo en la semana 8.

CONCLUSIONES:

El aripiprazol fue eficaz en niños y adolescentes con irritabilidad asociada con el trastorno autista y en general seguro y bien tolerado.

El original en inglés está disponible aquí

Más datos sobre este medicamento, información en los siguientes enlaces:

http://es.wikipedia.org/wiki/Aripiprazol

http://www.druglib.com/druginfo/abilify/

http://www.druglib.com/druginfo/abilify/indications_dosage/

http://www.medicalnewstoday.com/articles/172339.php

Nos hallamos ante otro antipsicótico atípico (otros psicotrópicos similares serían la risperidona, la quetiapina, clozapina, etc). Esta familia de medicamentos es utilizada como tratamiento para la esquizofrenia, agitación psicótica, trastorno bipolar y otros trastornos psiquiatricos relacionados.

Este tipo de fármacos se suelen recetar de forma habitual en el tratamiento de niños con autismo, usando este tipo de fármacos como inhibidores de conductas relacionadas con la hiperactividad, irritabilidad o déficit de atención. Según la bibliografía estudiada, el aripiprazol resulta menos problemático que el metilfenidato al no tener un efecto agravante de los tics.

Sin embargo no queda claro que este tipo de medicamentos puedan producir otro tipo de efectos adversos en su administración en niños a largo plazo. En el caso de adultos demuestra ser bien tolerado ( http://www.psiquiatria.com/noticias/laboratorios/bristol-myers_squibb/41368/ ) pero la información sobre el uso continuado en niños -que es muy escasa- apunta justo a lo contrario, es decir, que el uso continuado de este tipo de medicación genera efectos adversos en los niños que han tomado este tipo de medicación durante largos períodos de tiempo.

El estudio arriba mencionado habla de un período de tiempo de 8 semanas de administración del fármaco, y que a pesar de la reducción de la irritabilidad los niños del estudio presentan un aumento de peso, algo común en casi toda esta familia de fármacos administrada en niños. Pero hay algo que no se comenta en ese estudio y que considero de gran importancia; “el uso de este tipo de medicamentos se asocia a un aumento del nivel de grasa en sangre en los niños” tal y como comenta el Dr. Christoph Correll, director médico del Programa de Prevención y Reconocimiento del Hospital Zucker Hillside en Glen Oaks, Nueva York, en el estudio que a tal efecto llevó a cabo, “Tememos que esto conduzca a la diabetes y al síndrome metabólico” dijo el Dr. Correll.

El citado estudio aparece en la edición del 28 de octubre de la revista Journal of the American Medical Association, es el análisis más grande de su tipo.

Jeanette M. Jerrell, profesora de neuropsiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Sur, y coautora de un estudio similar publicado en el 2008 en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine comenta a este respecto “Encontramos que la obesidad y el aumento de peso, la diabetes mellitus tipo 2 y las afecciones cardiovasculares eran más prevalentes en el cohorte tratado” Su estudio también encontró que los niños que tomaban múltiples antipsicóticos tenían un riesgo significativamente más alto de obesidad y aumento de peso, diabetes tipo 2, niveles anormales de grasa en sangre y problemas cardiovasculares. “Este nuevo estudio es importante porque hace hincapié en el perfil de seguridad de los antipsicóticos en poblaciones jóvenes, y en la necesidad crítica de ampliar la base de pruebas para guiar las decisiones clínicas”.

Pero esto no es todo, un informe de 2008 en The Lancet sugirió que algunos de estos medicamentos, a veces conocidos como antipsicóticos de “segunda de generación”, podrían no ser mejores que los antiguos, es decir los medicamentos de “primera generación”. Los autores concluyeron que cada medicamento se debe sopesar de manera individual en función de su eficacia y efectos secundarios.

El estudio de Correll se diseñó para evaluar la seguridad y eficacia de la clase más reciente de medicamentos en niños y jovenes. Su equipo dio seguimiento a 272 pacientes de 4 a 19 años que tomaban un antipsicótico por primera vez. Los pacientes fueron tratados por trastornos del espectro del estado de ánimo, espectro de la esquizofrenia o espectro de conducta agresiva.

Quince pacientes pediátricos que rechazaron participar o descontinuar su medicamento antipsicótico en un plazo de cuatro semanas desde el inicio del estudio actuaron como grupo de control.

El estudio se centró en cuatro antipsicóticos que se recetan con mucha frecuencia en los niños: aripiprazola (Abilify), olanzapina (Zyprexa), quetiapina (Seroquel) y risperidona (Risperdal).

Luego de casi once semanas, los niños tratados con Zyprexa aumentaron en promedio 8.5 kilos, los tratados con Seroquel 6.1 kilos, los tratados con Risperdal 5.3 kilos y los tratados con Abilify 4.4 kilos, mientras que el grupo de control aumentó menos de 0.23 kilos. Entre el 10 y el 36 por ciento se volvieron obesos o adquirieron sobrepeso durante el periodo de tratamiento, de acuerdo con el estudio.

En estos niños estudiados, hubo un aumento de peso rápido y drástico, más de lo que se había descrito antes“, advirtió Correll, que también es científico del Centro de Neurociencia Psiquiátrica del Instituto Feinstein para la Investigación Médica en Manhasset, Nueva York.

El uso de cada medicamento se asoció a vientres más grandes y a mayor “masa adiposa”, la proporción del cuerpo compuesta de grasa.

Los medicamentos tuvieron efectos variados sobre los niveles metabólicos. Los usuarios de Zyprexa y Seroquel experimentaron cambios adversos significativos en el colesterol total y los triglicéridos. El uso de Risperdal resultó en un aumento significativo de los triglicéridos. Sin embargo, Abilify pareció ser “neutral metabólicamente”, apuntó Correll.

Algunos de estos niños toman estos medicamentos durante muchos años si no de forma indefinida, así que sin duda alguna es una preocupación“, advirtió Ronald T. Brown, decano y profesor de salud pública del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Temple en Filadelfia. “En los niños que no necesitan realmente estos medicamentos, se deben emplear más técnicas conductuales en psicoterapia“.

En un editorial acompañante, los Drs. Christopher K. Varley y Jon McClellan del Hospital Universitario de Seattle, concluyeron que se necesitan estudios más grandes e independientes para determinar la seguridad y beneficios a largo plazo de estos medicamentos en los niños.

“Hasta que esos datos estén disponibles, la consideración de intervenciones de tratamiento menos peligrosas y de la atención escrupulosa de parámetros metabólicos en los niños y adolescentes que reciben medicamentos antipsicóticos atípicos son esenciales”, escribieron.

De hecho, Correll está trabajando actualmente en un estudio de seguimiento a largo plazo para evaluar los efectos de salud de estos medicamentos en niños durante un periodo de tiempo prolongado.

Por ahora, aconseja a los médicos y familias a sopesar cuidadosamente los riesgos y beneficios de los medicamentos contra el riesgo de la enfermedad, y a considerar otras opciones farmacéuticas y no farmacéuticas. También es importante enseñar a los niños estilos de vida saludables y a monitorizar de cerca el peso, los niveles de lípido y la glucosa en sangre de los niños, apuntó.

Fuentes:

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_91183.html

https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/184782

En resumen y tras el análisis de esta información, creo que los profesionales que recetan este tipo de drogas a niños (Algunos de ellos de 3 años, algo que personalmente me parece una barbaridad) deberían por una parte, ser mucho más cautos a la hora de tomar la decisión de administrar este tipo de fármacos a sus jovencísimos pacientes, y a su vez, informar adecuadamente a los padres, para que a la vista de datos objetivos, puedan tomar la decisión de arriesgarse a causar posibles daños a medio y largo plazo a su hijo a causa de la administración de este tipo de drogas.

En una conferencia, uno de los ponentes hablaba sobre la corresponsabilidad entre los profesionales y los padres a la hora de tomar decisiones sobre el uso de este tipo de fármacos. Pero no podemos exigir responsabilidad a los padres cuando estos no disponen de la información adecuada. Muchos padres creerán ciegamente en las palabras del sabio doctor, lo malo es que en muchos casos ni es tan sabio ni es doctor.

Si su hijo toma un medicamento de los aquí citados, quizás debiera volver a la consulta de quien le receto los fármacos y tener una charla sosegada y reflexiva al respecto de los pros y los contras de este tipo de fármacos, y en base a eso, poder tomar una decisión, con la adecuada corresponsabilidad.


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21 comentarios en «Medicación y autismo, la gran decisión»

  1. Bueno Ofelia, lo primero que tiene que hacer es buscar un buen diagnostico, no se porque su hijo ha sido diagnosticado de asperger. Algunas veces los TEAs se pueden diagnosticar en una sesión otras necesitan horas de información particularmente en entornos naturales como la escuela, por eso debe hablar con los profesionales allí.
    Lo segundo mire si hay alguna asociación de padres donde usted vive o en una población cercana y si no la hay forme la con algunos otros padres para reivindicar atención adecuada, los entornos y apoyos son mas útiles que la medicación a menos que haya un problema medico concreto.

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  2. Hola mi hijo tiene 13 años y fue diagnosticado con Asperger a los 4 años soy mexicana y por desgracia en mi país no se tenía mucha información cuando Diego fue diagnosticado acudí a un psiquiatra el cual le dio stratera cuando le dieron ese medicamento mi hijo ya tenía 9 años y el Dr decís que era TDA que la paidopsiquiatra de avía equivocado fue hasta los 12 que un neurólogo confirmó el Asperger y suspendimos stratera mi hijo tiene otro problema diambula mucho habla para sí mismo y le cuesta concentrarse en casi todas las cosas incluso hasta conciliar el sueño. El asiste al colegio pero desde luego no le gusta por que no encuentra lo que a él realmente lo haga concentrarse y por lógica comienza a dar vueltas por la escuela o en todas partes donde este aburrido o se muestre ansioso. Hace 1 año le dieron Risperdal el cual no sirvió de nada solo lo hizo subir de peso y entonces fue que lo suspendí. En estos momentos me encuentro muy angustiada por qué por todo se altera y grita o hace un escándalo quizá situaciones de la adolescencia ( repito el no está tomando medicamento desde hace 1 año ) no sé cómo ayudarlo a que deje de diambular y que se tranquilice por qué siento que todo el tiempo está ansioso y muchas cosas le producen miedo. Ayuda repito México y más donde yo vivo Nayarit no tiene mucho conocimiento sobre estos trastornos quizá nos puedan ayudar gracias

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  3. Lina, Pipamo,
    ¿Pero porqué demonios han acabado sus hijos con prescripciones de abilify. risperdal e invega?: La única respuesta a esto es que su propia compulsión alopática, de cambiar, de curar, de hacer lo mejor para sus hijos está siendo explotada por docentes que no saben de autismo, por médicos que no les gusta decir que no se puede hacer nada y por las farmaceuticas codiciosas.
    Los antipsicóticos no se deben dar en afectados de autismo de manera rutinaria y solo se deben dar a aquellos que tienen irritabilidad autista muy severa (sobre todo serios y repetidos episodios de autoagresión) a la mínima dosis y por cortos periodos de tiempo. Usen sus propios criterios y sus propias observaciones, acepten que el autismo es una discapacidad, no una enfermedad y lean la Convención sobre Derechos de Personas con Discapacidad o estén preparados a las consecuencias de seguir a profesionales autoritarios y/o corruptos: la relación riesgo/beneficio del uso de antipsicóticos en menores es desastrosa y probablemente, tarde o temprano los efectos adversos de varias clases van a hacer su aparición mientras que los efectos beneficiosos si los hay son mayormente placebo. La evidencia es abrumadora.

    http://autismodiario.org/2015/02/20/autismo-y-medicacion/#comment-13503

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  4. Hola. Quería comentar mi caso. Tengo un hijo de 7 años con retraso mental. Tiene una hiperkinesia importante que le impide una adecuada atención y por ello avanza muy lentamente en lo cognitivo. Ya su neurólogo ha probado con varios tratamientos: empezó sólo con guastil, después siguió con medikinet, risperdal y ahora está con invega. Éste último es el único con el que se ha notado una mejoría. Toma un comprimido por la mañana y ahora puede que le añada otra dosis por la tarde. Sabemos que es un medicamento no indicado para niños. El Risperdal lo dejaba pasivo, babeaba, con sueño e irritable y el medikinet le quitaba el apetito y el sueño.
    ¿Qué efectos puede tener a la larga? ¿Debo preocuparme?

    Gracias por su atención

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  5. Hola,estos momentos estoy totalmente confundida y agradecería vuestra ayuda, mi pequeño tiene 7 años de edad y desde los dos años y medio le han diagnosticado un trastorno de espectro autista (Tgd), a lo largo de su corta vida mi pequeño dentro de lo que cabe ha llevado una vida tranquila, es un niño muy sociable, cariñoso y extrovertido, nunca ha presentado síntomas de hiperactividad, agresividad ni ha intentado nunca autolesionarse, tiene un buen vocabulario Aunque no muy amplio, pero la comunicación es muy buena. Acudió a una escuela normal la preparación infantil y a partir del primer curso de primaria en otra escuela normal pero con apoyo con aula Tgd, mi pequeño nunca ha necesitado tomar ningún tipo de medicamento ya que.su conducta es muy buena y además en el colegio han decidido seguir su formación desde el aula de referencia y sacarle una vez al día al aula de apoyo tgd, puesto q venia de un colegio donde había aprendido un buen comportamiento y no generaba incordio para sus compañeros pudiéndose dar clases normalmente, actualmente asiste a segundo grado de educación primaria y aun no sabe leer y apenas escribe algunas palabras siguiendo siempre algún modelo, aunque se sabe todas las letras y números siempre ha sido muy flojo y un poco perezoso cuando de estudiar se trata, para otras actividades que no se traten de estudio es muy listo y se desempeña muy bien, del colegio ne han recomendado visitar al psiquiatra para q le evalúe y le proporcione algún medicamento para el déficit de atención, el psiquiatra por su parte le ha formulado abilify y como nunca le había proporcionado ningún tipo de medicación no sabia a que me enfrentaba, mi sorpresa fue cuando leí el prospecto y mire por Internet la cantidad de foros en contra otros a favor pero la mayoría recomendarte el no uso de medicamentos. Estoy desesperada porque en realidad quiero lo mejor para él, y no quiero engancharte a un medicamento q quizás no necesite solo porq sea un poco vago para el estudio como creo yo, o si en realidad lo necesita y le genere un poco más de concentración e interés en el estudio. Mi parecer es q si tuviese un problema de aprendizaje lo tendría en todos los aspectos y no sólo en un área en concreto, para el ordenador es un listo se aprende canciones con mucha facilidad y siempre sabe hacer cosas nuevas sin necesidad de preguntar solo con explorar hasta q da con funcionamiento. No se que hacer, solo quiero lo mejor para él, tengo la medicación en casa pero no me he arriesgado a dársela aun. Le han formulado abilify jarabe de 1 mg/ml y una dosis de 2.5 al dia, agradecería vuestra ayuda.
    Un saludo
    MARCELA.

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    • Hola
      Tengo mi hijo con tea y de 7 años parece que estás describiendo mi hijo y hablando de mi situación .hasta ahora no sé qué hacer

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  6. Quisiera decirle que,diagnosticado de Asperger y trastornos de personalidad mixtos,y tras estar más de 5 años medicado con una ensalada de antipsicoticos,ansioliticos y demás porquerías he acabado con una serie de estropicios en mi función cognitiva de la que no se hacen responsables escudandose en el pretexto de que es culpa de una evolución negativa de la enfermedad cuando estoy bastante seguro de que no se habría dado si no se me hubiese medicado.
    Ahora no me queda más remedio que ponerme de nuevo bajo su control porque tampoco puedo estar como estoy ahora pero temo lo peor porque desconfió de lo que pueda pasar si vuelvo a estar medicado.
    Espero que algún día todas las atrocidades cometidas por la psiquiatría queden al descubierto y se haga justicia de una vez por todas.

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    • David: Hay una manía en insistir que el autismo (y el asperger como forma leve) es una “enfermedad” y por otra parte de que es solo una “neuro-diversidad” o algo así. Estas dos versiones son formas de denegación que llevan a consecuencias nefastas en muchos casos como el uso reactivo e incluso rutinario de medicación y particularmente de antipsicóticos o neurolepticos.

      Los estudios de Nancy Andreassen y su equipo, sobre la evolución de la esquizofrenia tratada con antipsicóticos, confirman estudios más limitados así como de experimentación animal, sobre los efectos tóxicos de los antipsicóticos. En efecto estos producen una re-estructuración cerebral, que varía de compuesto a compuesto, pero caracterizada en trazos gordos por hipertrofias localizadas subcorticales compensatorias y posteriormente por una atrofia cerebral progresiva que con el tiempo podría ser irreversible. Los cambios empiezan muy pronto. La idea de que esto era debido a un proceso neurodegenerativo de la psicosis se ha quedado pues en pelotas pues esta atrofia está mayormente relacionada con el monto total (tiempo y cantidad) de antipsicóticos. Este proceso está acompañado de deficiencias cognitivas y síntomas extrapiramidales, bradiquinesia, inercia psiquica, etc que a veces son notables y pueden ser en algún caso irreversibles: disquinesias, distonias, pseudoparkinsonismo, y la raramente diagnosticada acatisia, entidad que produce cobnsiderable sufrimiento subjetivo y que es diagnosticada como un trastorno co-morbido de un tipo u otro.
      Además de esto está bien establecido que los antipsicóticos producen varios efectos secundarios sistemicos como obesidad, diabetes, trastornos cardiovasculares, hiperprolactemia, y dificultades sexuales etc además de empeorar los bajos umbrales comiciales presentes en muchos afectados de autismo. La asfixia neuroleptica y el síndrome neuroleptico maligno han matado a algunas personas.
      Yo calculo que en los 13 años de este siglo han muerto tantos discapacitados y enfermos mentales en Europa por el uso de psicofármacos como murieron durante un periodo similar con el programa de eutanasia del regimen nazi. Se sabe que los pacientes con esquizofrenia (una enfermedad en la que los antipsicóticos son útiles para tratar la fase aguda) viven unos 20 años menos de media que la población en general y se sospecha que la principal razón son los antipsicóticos usados de manera continuada y a dosis excesivas.
      David: búsquese un psiquiatra que sea prudente con la medicación, que tenga experiencia no solo en autismo sino en psiquiatría general, busque medios no farmacológicos para abordar a largo plazo sus problemas y sobre todo evite los antipsicóticos: hay razones para pensar que en al autismo su balance riesgo/beneficio es desastroso.
      Los afectados no nos lo pueden decir. Gracias por hacerlo usted

      El autismo es una discapacidad, debida a la interacción de las deficiencias del afectado y los entornos inadecuados por normales -esto es standarizados, homologados y así. Entienda esas deficiencias, cambie sus entornos, usted lo puede hacer.

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  7. mi hijo toma olanzapina hace 15 años, puede que ya no le haga efecto por acostumbramiento , ? no tuvo mejoras visibles de comportamiento .

    gracias por su rta.

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    • Silvia.
      Lo más probable es que el cerebro de su hijo se haya habituado al uso de la olanzapina y ahora no le haga nada, si es que alguna vez le hizo algo lo que como usted dice no parece que fuese así. Algunas veces con la prescripción de estas medicaciones se tratan las ansiedades de docentes, familiares, psicólogos y médicos, no el autismo del afectado.
      Es posible pues que le dieran a su hijo dosis muy bajas y que no tenga que preocuparse pero aun así, tenga cuidado tanto con su uso indefinido como con su retirada brusca. Las dos cosas pueden tener efectos indeseables. No habla usted de los efectos secundarios más frecuentes de la olanzapina que son los de tipo metabólico, obesidad, diabetes etc, efectos que además pueden ser “chivatos” de potenciales daños neurológicos.(epilepsias, disquinesias, etc). La olanzapina en todo caso, no está autorizada por la FDA para el uso en menores con autismo.

      Hay una reciente guía de la American Psychiatric Association sobre el uso de antipsicóticos que obviamente está influenciada por recientes estudios en la esquizofrenia, estudios que ha abierto un debate enorme sobre el uso a largo plazo, en polifarmacia y en altas dosis. Tales usos deberían estar prohibidos en el autismo. Me temo sin embargo que el autismo y la discapacidad intelectual no figuran entre los temas que la psiquiatría o la psicología consideran que, glamour aparte, recompensan y los estudios en adultos son mínimos por lo que hay que ir a otras áreas donde ya hay muchos estudios de peso y extrapolar de allí.
      Los antipsicóticos producen un efecto de desactivación de ciertas funciones cerebrales y a dosis bajas y por cortos periodos pueden ser útiles reduciendo la intensidad emocional. pero esto dura poco, el cerebro e incluso la sinapsis son sistemas complejos con mecanismos de regulación, feedback, y compensatorios y funcionan como totalidades. La neurofarmacología es un tema muy complejo que por desgracia está dominado por los mercaderes de a más mejor”, me temo.

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  8. Para empezar Joahanna, ni el risperdal ni el abilify están autorizados en prospecto o ficha técnica para menores de seis años, lo está para menores entre 6 y 18 años, solo. Desgraciadamente neurólogos, psiquiatras, psicólogos, pedagogos y pediatras en España están poco formados en la gestión clínica del autismo y, por razones varias, substituyen esto con una dedicación absurda y hasta sectaria a los intereses de las farmaceuticas y acuden a los antipsicóticos como la gran panacea química para gente que no puede ejercer el “consentimiento informado”, como niños y discapacitados psíquicos.. Peter Tyrer profesor de Imperial College ha llamado a este fenómeno “neuroleptofilia” y lo ha definido como “una mecha lenta hacia el desastre”. La ausencia de recursos específicos en muchos sitios, no ayuda tampoco.

    Antipsicóticos como el risperdal y el abilify pueden sosegar a menores con autismo durante un corto espacio de tiempo. Esos efectos “tranquilizantes” no ocurren siempre y cuando tienen lugar no duran más de unos meses creando con frecuencia problemas de habituación, siendo entonces, como a usted le han dicho, difíciles de retirar. Pero no siempre, esto va a depender de la dosis y del tiempo que lleva con el atipsicótico, y en todo caso es aconsejable que se haga gradualmente y bajo supervisión médica.

    Le aconsejo que tome nota de todo lo que pasa, fechas, nombres etc desde ya, por si tienen problemas obteniendo apoyo para la retirada de ese fármaco y ante la posibilidad real que su hija desarrolle con el tiempo efectos secundarios que con los antipsicóticos pueden ser muy graves. Tendrá en este caso que acudir a un bufete de abogados y yo le recomiendo que no lo deje demasiado tarde.Es probable que las dosis que se usan con su hija sean muy bajas, (y por lo tanto más bien pronto inútiles), así que no se alarme pero tampoco se fie de lo que puede pasar en el futuro.

    Está ya bien probado que el uso prolongado de antipsicóticos produce una importante reducción o atrofia, del volumen cerebral; que los antipsicóticos interfieren con el aprendizaje y la rehabilitación de trauma cerebral en experimentación animal; que pueden tener efectos de “rebote” caracterizados por agitación y angustia incluso sin reducción de dosis; que producen a corto, medio y largo plazo sÏntomas extrapiramidales de varios tipos, siendo la muy desagradable acatisia (por la que tanto el risperdal como el abilify son notables) particularmente peligrosa pues se confunde con “hiperactividad” y lleva a subidas de dosis; que pueden bajar el umbral comicial y llevar a ataques epilépticos en la adolescencia; y que causan trastornos de tipo metabólico cardiovascular y hormonal..

    Como le digo, no hay que alarmarse porque a corto plazo y dosis bajas esto es improbable. Pero la prescripción de antipsicóticos como el risperdal por tiempo indefinido y a dosis que con el tiempo aumentan, es una costumbre medica sin base científica alguna que puede llevar a resultados desastrosos. Los antipsicóticos no tienen papel alguno en la gestión clínica del autismo excepto en circunstancias excepcionales con seguimientos concienzudos y por cortos espacios de tiempo.

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    • tengo una niña de tres años y ocho meses ya lleva mas de un año tomando risperid e leido sobre los efectos adversos pero la neurologo insiste en q tome la medicacion yo quisiera ver el comportamiento de mi hija fuera de medicacion pero he leido q no se puede retirar de golpe me podrian orientar

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  9. El abilify entró como tratamiento de la irritabilidad en el autismo en menores con una jugada de marketing magistral. En efecto en 2007/2008, empiezan los grandes problemas de J&J (risperdal) con la Ley y el Senado americano, caso Biederman, class actions por ginecomastias etc, y además el risperdal va a ser genérico, siendo el invega su sucesor, más de lo mismo, El risperdal va a ser aprobado solo para las conductas en las deficiencias psiquícas -lo que aun cogería a muchos afectados de autismo pero la “liability” sería mucho menor. BMS ha visto el hueco, ha hecho intensa promoción en varios estados del abiliy fuera de prospecto, y ha visto que por lo menos a corto plazo, no mata y que saca menos tetas. Así que acepta multas por más de 500 millones de dolares en varios estados por marketing fraudulento y sobreprecio y al poco es aprobado por la FDA para el autismo en menores. Bingo, pues desde esa entrada se va a muchas partes.

    No entiendo Daniel, al tal Correll cuando dice que abilify es neutral metabolicamente, El abilify es menos tóxico que el risperdal a nivel hormonal y menos que la zyprexa a nivel metabólico, pero está muy lejos de ser neutral. Y produce insoportables acatisias en un porcentaje alto de pacientes, lo que en niños se confunde con la hiperactividad. No hay control de “conductas excluyentes” sin algún efecto secundario incluso en esos estudios a corto plazo que son prácticamente todos. Los efectos secundarios de los antipsicóticos son en realidad primarios, los terapeuticos secundarios a estos.

    Creo que hay que acudir a la literatura sobre la esquizofrenia donde hay estudios muy interesantes sobre el tema de los antipsicóticos que no se encuentran en la del autismo. Hoy ya no se acepta que exista una diferencia entre los “convencionales” y “atípicos”, cada antipsicótico tiene su perfil de efectos secundarios a corto plazo, las supuestas diferencias en el control de síntomas son poco significativas, y a medio/largo plazo todos llevan con parecida alta frecuencia y solo ligeras diferencias en localización, a la atrofia cerebral. Y por el camino a las diskinesias tardías y otros EPS, las psicosis de rebote, el NIDS (síndrome de deficiencia inducido por neurolepticos) y sobre todo un índice de mortalidad escandalosamente alto, de un X2.5 por año la de aquellos que no toman antipsicóticos, esto descontando variables como tabaquismo, estilo de vida etc. En otra especialidad que no tratase con seres indefensos esto no pasaría, es abuso medico muy grave. La mayoría de aquellos que se pueden defender tiran los antipsicóticos a la basura en cuanto pasa la fase aguda de la psicosis.

    Habrá un día que se prohibirá o protocolizará rigurosamente el uso de antipsicóticos para todo aquello que no esté diagnosticado como fase aguda de las psicosis. Esperemos que sea pronto; por el momento estos tóxicos está siendo promocionados para solucionar los problemas de las administraciones, curar los egos de docentes y psicólogos que no saben de autismo, desahogar a enfermeras de residencias de ancianos con contratos precarios y mucho trabajo, y servir los intereses de algún que otro facultativo poco escrupuloso. Y mucho salir del paso y mirar para otro lado. Y en America facilitar pensiones, subvenciones, apoyos escolares etc.

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