El uso de células madre clandestinas: Falsas esperanzas para el autismo

Los padres de niños con autismo están pagando decenas de miles de dólares por terapias con células madre, que a menudo utilizan desechos médicos y a pesar de los riesgos que esto implica, las regulaciones han tardado en llegar y actuar.

En julio de 2017, Jodi Kaufman Perskin, descubrió una publicación intrigante en un grupo de Facebook recientemente creado, donde los padres compartían consejos sobre la terapia con células madre para niños con necesidades especiales. Ella se había unido al grupo en búsqueda de ayuda para su hijo adolescente Jason, quien tiene autismo.

En la publicación, el cirujano pediátrico Thom Lobe se presentó e incluyó un enlace a Regeneveda su cadena de clínicas de “medicina regenerativa” en Beverly Hills, Nueva York y Chicago. Su foto de perfil mostraba un hombre calvo en sus 60 años con una barba de chivo, blanca y una tez  con un aspecto sorprendente juvenil. Sus clínicas se enfocan en el bienestar y tratamientos anti-edad, pero también ofrecen terapias con células madre para niños con autismo. “Me complacería brindarle mis servicios y conocimiento como un recurso para ti y responder cualquier pregunta que se me presente” escribió Lobe.

Jason vive en Nueva Jersey. La práctica principal de Lobe es en Chicago, pero el padre de Jason lo había llevado más lejos para tratamientos de células madre antes. En 2015, él y Jason volaron hacia una clínica en Panamá y, posteriormente, a México para tener tratamientos de células madre que costaban alrededor de 15.000$ cada uno.  En México, Jason fue sometido a una ligera sedación para que las células madre pudieran ser extraídas de su cadera e inyectadas en su columna vertebral. Después de ese tratamiento, la habilidad lingüística de Jason mejoró claramente, dice Perskin, pero a ella no le agrado que el procedimiento requiriera sedación.

En contraste, su método, Lobe, rociaba las células del donante en la nariz o las inyectaba en el torrente sanguíneo y a Perkins este método le pareció más seguro, además. Lobe, parecía ser más digno de confianza que los quiroprácticos de los que ella había escuchado y que ofrecían el procedimiento. “Él es un cirujano, y me siento más a gusto con el” dice ella.

Un mes después de la publicación de Lobe, Perskin y su esposo llevaron a su hijo Jason a verlo. “Jason estuvo increíble en Chicago con las células madre”, publico ella en el grupo de Facebook, en agosto 2017. “Hasta el momento, no hay efectos secundarios”. Lobe recomendó a la familia Perskin, llevarlo cuatro veces al año, a un costo de 8.500$ por visita. Perskin dice que ella no quería “sobrecargar” el cuerpo de Jason y decidió llevarlo únicamente dos veces por año.

Muchos padres de niños con autismo como los Perskins, recurren a las redes sociales para intercambiar información sobre clínicas de células madre, las cuales han proliferado en Estados Unidos y en el extranjero durante los últimos años. Estos foros minimizan el hecho de que solo una pequeña fracción de los tratamientos con células madre, específicamente aquellos para generar células sanguíneas, han demostrado ser seguros y efectivos ante los ojos de la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés).

“El sufrimiento humano juega un papel dentro del manejo de este mercado,” dice Leigh Turner, quien es especialista en bioética en la Universidad de Minnesota en Minneapolis. De acorde a una base de datos recopilada por Turner, a partir de mayo del 2017, al menos 432 compañías dirigen 716 clínicas de células madre en EUA comercializando tratamientos directamente a los consumidores vía internet. Solo 13 de esas compañías hicieron reclamos relacionados al autismo, pero el interés en el área ha estado creciendo, dice Turner, en parte, gracias a un ensayo clínico en curso de alto perfil de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.

Un grupo de Facebook, llamado Células madre para el autismo 2.0 (“Stem Cells for Autism 2.0,” ) ha atraído a  3.600 miembros desde su lanzamiento en marzo de 2018. “la opinión general de los padres es que, da más miedo no hacer nada,” dice su fundadora, Susan, quien compilo una lista secreta de 15 médicos estadounidenses, que ofrecen infusiones  de células madre para niños con autismo como su hijo. (Hemos ocultado el apellido de Susan para proteger su privacidad.) Ella compara  sus esfuerzos con los del Club de compradores de Dallas (“Dallas Buyerss Club,”), el grupo clandestino de personas con VIH-positivo que traficaron drogas no autorizadas  al país en los años 80.

A pesar de la popularidad del enfoque la FDA ha tardado en actuar. La agencia advirtió a los consumidores en Noviembre 2017 que, los tratamientos podrían ser “potencialmente dañinos e ilegales” y anunció planes de reforzar sus reglas en 2020. Hasta  entonces su estrategia principal  discreción de aplicación” La FDA ha enviado cartas de advertencia formales a 4 compañías, durante el año pasado, al tiempo que instaron 20 más para “comprometerse con la agencia.” En octubre, un médico de California, quien prometió “revertir los síntomas del autismo” aceptó pagar un acuerdo de $525.000 a la Comisión Federal de Comercio por los cargos de reclamos de salud engañosos.

Mientras tanto, muchos médicos, como Lobe, continúan comercializando  tratamientos de células madre para el autismo. “Me parece sorprendente que, este mercado exista como resultado de la inacción regulatoria,” dice Turner.

De la esperanza a la exageración

El interés científico en las terapias de células madre para el autismo, comenzó desde la observación de un médico. A finales de la década de 1980, Joanne Kurtzberg, especialista pediátrico en canceres de la sangre, trabajó con Hal Broxmeyer, quien había estado estudiando las células madre presentes en la sangre de los cordones umbilicales preservados al nacer. Desde la década de 1950, los médicos han tratado los canceres de sangre usando trasplantes de médula ósea, que contiene células madre adultas capaces de generar células sanguíneas. Pero como demostró el grupo de Broxmeyer, las células madre de sangre del cordón umbilical, son más potentes que las células madre adultas para esta tarea, agregándole un valor particular , no  requieren una “coincidencia  perfecta entre el donante y el receptor.

Kurtzberg reconoció que este estudio sobre la sangre del cordón umbilical puede ser prometedora para las personas de color, quienes a menudo tienen problemas para encontrar donantes de médula ósea compatibles. En 1998, funda el Carolinas Cord Blood Bank en la Universidad de Duke, y en 2005, ayudó a aprobar leyes para establecer una red nacional  de bancos similares.

Cada año, en EUA, alrededor de 200.000 mujeres donan sangre del cordón umbilical de sus bebés a estos bancos públicos, o a laboratorios de investigación; las familias también pagan para almacenar hasta 7 millones de unidades de sangre de cordón umbilical en bancos privados de todo el mundo aunque estas muestras rara vez se utilizan. En el 2011, la FDA comenzó a exigir a las empresas que venden terapias desarrolladas a partir  de la sangre del cordón umbilical, que presentaran datos que demuestren  su eficacia y seguridad.

A finales de la década de 1990, Kurtzber dice que notó algo curioso después de los trasplantes de sangre de cordón umbilical, en niños con ciertas afecciones metabólicas, quienes además tenían rasgos de autismo, esos trasplantes no solo prolongaron sus vidas, sino que también parecían mejorar la función cerebral, así como prevenir el deterioro mental. Kurtzber teorizó que, las células madre de la sangre del cordón umbilical  podrían estar dentro del cerebro y reparar el tejido dañado. Otras células en la sangre del cordón umbilical, también podrían estar enviando   señales químicas a través de la barrera hematoencefálica, para disminuir la inflamación, que se observa en  algunas personas con autismo, nos dice ella.

Para probar la teoría de la inflamación, Kurtzberg comenzó a colaborar con Geraldine Dawson, una investigadora  del autismo en Duke. En el 2014, lanzaron un ensayo clínico con 40 millones de fondos de la Fundación Marcus, una organización sin fines de lucro con sede en Atlanta y que apoya una variedad de causas.  El jefe de la fundación, quien es el co-fundador de Home Depot, Bernie Marcus, se ha llamado a sí mismo “un verdadero defensor de las células madre” para el autismo, y según informes, le dijo al polémico líder de la clínica de células madres de Panamá, que Perskins visitó, que esperaba obtener la aprobación de la FDA.

El ensayo de Duke atrajo críticas inmediatas. En 2014, Arnold Kriegstein, un experto en células madre neurales de la Universidad de California en San Francisco, le  dijo a Spectrum que el estudio era como “algo imposible de que ocurra pero lo plantea así porque por que no encuentra una mejor explicación “ y que era poco probable que las células madre de sangre de cordón umbilical pudieran revertir los cambios en el cerebro relacionados con el autismo durante el desarrollo temprano. “Ninguna de sus explicaciones confirma el por qué tendría algún valor terapéutico”, dice Kriegstein. Paul Knoepfler, investigador de la Universidad de California Davis, que tiene un blog sobre la industria de células madre, también expresó su escepticismo y señaló que las causas del autismo son demasiado diversas y misteriosas para que la terapia tenga sentido.

Aun así, el equipo de Duke publicó resultados alentadores de la fase de seguridad del ensayo en 2017. Los médicos que trabajaron con los investigadores evaluaron a 22 de los participantes, todos entre las edades de 2 a 5 años, y documentaron mejoras en 13 de ellos, seis meses después de un año de una única infusión. Pero sin un grupo de control, es imposible decir si los niños habrían mejorado de todos modos. Un informe de seguimiento encontró que aquellos que mejoraron mostraron una mayor conectividad en las regiones del cerebro afectadas en el autismo, incluido el sistema límbico, pero los investigadores no publicaron evidencias que respalden su teoría de la inflamación.

Debido a que no hubo efectos adversos de las infusiones, en noviembre de 2017, la FDA otorgó a Kurtzberg la aprobación especial para proporcionar infusiones de sangre de cordón umbilical a ciertos niños, incluyendo algunos con  autismo. Kurtzberg se negó a decir cuánto costaban los tratamientos, pero confirmó que los padres de otros países requieren dejar un depósito de 15.000$; el dinero cubre una infusión intravenosa de 45 minutos de la propia sangre del cordón umbilical de su hijo o la de un hermano compatible.

Kurtzberg dice que su equipo planea tratar a unos 1.000 niños por año y que tienen una lista de espera de más de un año. Ella espera publicar los resultados de una fase del ensayo controlado con placebo en algún momento de este año, comparando a los niños que reciben infusiones de sangre de cordón umbilical con los que no lo hacen.

Mientras el ensayo de Duke avanza, otros han fracasado. Un ensayo clínico de 2018 en el The Sutter Institute of Medical Research en Sacramento, California, encontró “una evidencia mínima de efectividad clínica” de las infusiones de sangre de cordón umbilical administradas a 29 niños con autismo. El registro de ensayos clínicos, de los institutos nacionales de la salud enumera otros 11 ensayos de células madre relacionados con el autismo, pero 3 concluyeron hace años sin registrar ningún resultado, actualmente 3 se enumeran con un estado “desconocido” y 2 se han retirado.

La mayoría se encuentran fuera de los EUA y ninguno asignó a los participantes de forma aleatoria para recibir la terapia o el placebo, que es el enfoque estándar del procedimiento en los ensayos clínicos. Algunos incluso pueden ser ensayos de “pago por participación”, que son más bien estrategias de marketing para atraer a los clientes, dice Turner.

Beneficios regenerativos:

Thom Lobe se hizo eco de  un sentimiento similar en mayo, en la Conferencia anual de AutismOne, que ha mostrado durante mucho tiempo lo más radical de la medicina alternativa. Los oradores habituales de las conferencias, financiados por el filántropo Barry Segal, un hombre de negocios con una filosofía anti vacuna, incluye a la actriz y activista Jenny McCarthy y al ex doctor Andrew Wakefield.

Algunos de los ponentes argumentaron que, las vacunas son una herramienta para el genocidio; otros exploraron “la física cuántica” en el autismo. Lobe describió el ensayo de Duke y como la sangre del cordón umbilical podría ayudar con el autismo. “¿Es la terapia de células madre una buena opción hoy para su hijo en la actualidad?” pregunto a la audiencia. “Realmente solo ustedes pueden determinar eso, ya que en el fondo es una pregunta personal. Pero deben ser cuidadosos en la búsqueda de centros de tratamiento, y estar seguros de a quién eligen.”

Lobe comentó a  Spectrum que primero se interesó en el potencial de los productos de las células madre para retardar el envejecimiento hace una década. En ese momento, acababa de abrir su primera clínica de medicina alternativa, llamada Beneveda Medical Group, en Beverly Hills, California, y había tenido problemas financieros. En el 2010, esa clínica perdió más de 200.000$ según los registros judiciales. Lobe también debía más de 500.000$ en préstamos comerciales personales por una demanda de mala praxis relacionada a su práctica quirúrgica. En el momento en que se declaró en bancarrota en julio de 2011, y cerro la clínica, él y su empresa habían acumulado alrededor de 5$ millones en reclamos de deudas potenciales.

Sin embargo, en unos pocos meses, Lobe abrió la Clínica Regenevéda Wellness, a solo cinco minutos en automóvil de su antigua clínica. Llegaron los chamanes y quiroprácticos independientes; los tratamientos de impotencia electromagnética, la terapia de ondas de choque y células madre. Luego movió su clínica a Chicago y estableció consultorios en Beverly Hills y Nueva York. También ha asignado un empleado para coordinar con los clientes que buscan ayuda para condiciones neurocognitivas, incluyendo el autismo.

Inicialmente, Lobe obtuvo la sangre del cordón umbilical de varias compañías clínicas, incluida Liveyon en Yorba Linda, California, que la vende alrededor de 2.000$. Los ejecutivos de esa compañía también eran nuevos en el negocio de las células madre. El director de educación médica de Liveyon, es Alan Gaveck, un ex podólogo a quien se le otorgó su licencia de Arizona en libertad condicional en 2008, después de una cirugía que realizó y en la que un profesor perdió el dedo del pie. “A veces las cosas simplemente no salen como quisiéramos”, dice Gaveck, insistiendo en que, el proporcionó la mejor atención médica posible.

El presidente ejecutivo de la compañía, John W. Kosolcharoen, abandonó el sector de servicios financieros en 2014, después de haber llegado a un acuerdo con la Comisión de Bolsa y Valores. El acuerdo cubrió las acusaciones que él había actuado como agente de ventas para un negocio que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos describió como un esquema Ponzi. Dos años más tarde fundó Liveyon y en el mismo mes fue procesado por cargos federales de fraude de atención médica relacionado con otro negocio. “No te puedes imaginar el escrutinio que tengo que hacer para tratar de operar una empresa con ese tipo de antecedentes”, dice Kosolcharoen.

Liveyon no tenía su propio laboratorio, pero compró sangre de cordón umbilical para sus productos de una compañía llamada Genetech, Inc., con sede en San Diego. El fundador y presidente de Genetech, Edwin Pinos, también vio la oportunidad de regenerar su carrera en el campo de las células madre. A principios de la década de 2000, Pinos administró un restaurante de mariscos en Irvine, California, y luego ingresó al negocio hipotecario.

Durante su ascenso, reunió una serie de cargos y condenas por conducir ebrio, robo de autos, robo de identidad y otros delitos graves, incluyendo una estafa que afectó a Alan Gutcheon, quien es un agente hipotecario en Newport Beach, California. “Era un hombre de confianza”, dice Gutcheon de Pinos. “vive a expensas de los que son estúpidos; tal vez yo lo sea! “(Pinos no respondió a varios correos electrónicos y llamadas telefónicas).

Después de que la policía emitió una orden de arresto para Pinos en 2016, Gutcheon pesó que Pinos estaría encarcelado durante mucho tiempo. Pero luego, Pinos lo llamó, prometiéndole pagarle el dinero que debía y le dijo había encontrado una nueva vía, una, en la que evidentemente las condenas por delitos no suponían ningún obstáculo, dice Gutcheon.

Pinos completó un breve formulario en el sitio web de la FDA y registró a Genetech como un banco de tejidos humanos. Al igual que otros proveedores de tejidos, firmó acuerdos directamente  con los hospitales locales o con intermediarios para transportar los residuos de parto de madres primerizas: cordones umbilicales que podrían procesarse y reinventarse como “células madre”.

Mercado de células

Muchos de los bancos de sangre de cordón umbilical más grandes son miembros de Cord Blood Association, (Asociación de sangre de cordón) una organización sin fines de lucro, dirigida por Kurtzberg y que requiere acreditación de otras personas. Estos bancos, junto con los creadores de terapias de sangre de cordón umbilical aprobadas por la FDA, como Hemacord, cumplen con estrictos requisitos para el manejo del tejido, lo que garantiza su viabilidad y la detección de virus y otros patógenos. Por el contrario, compañías tales como Genetech y Liveyon, que venden a las llamadas clínicas de células madre, operan bajo las normas de la FDA, estas mayormente son creadas por tejidos muertos, como un tendón o un trozo de hueso, aunque los beneficios implícitos de sus productos se derivan de células madre vivas.

Un análisis de nueve productos derivados de la sangre del cordón umbilical y otro tejido de nacimiento, presentado en una conferencia en febrero, encontró que ninguno contenía una sola célula viva. El propio libro blanco de Liveyon de 2017 informó que solo alrededor del 60 por ciento de las células de su producto estaban vivas, en comparación con el 90 por ciento de los bancos acreditados. Pero Liveyon no realizó todas las pruebas necesarias para demostrar que esas células eran células madre vivas, dice el cirujano ortopédico Christopher Centeno. La compañía de Centeno alguna vez entró en conflicto con la FDA en relación con sus terapias experimentales con células madre, pero desde entonces se ha convertido en una especie de perro guardián de la industria. “Realmente no existen células madre del cordón umbilical fuera de las universidades o los bancos de cordón”, dice.

Aparentemente, Pinos no permitió que esa molesta circunstancia se interpusiera en su éxito. En 2018, publicó fotos en Facebook de una cena en una casa de 5 millones en la costa de Orange County, y citó la clásica canción de Johnny Nash al pie de la foto: “Ahora puedo ver con claridad, la lluvia se ha ido… será un brillante (brillante), brillante (brillante) Día de sol”. Mientras tanto, Liveyon, comenzó a anunciar en su sitio web y en las redes sociales una cumbre maestra de células madre” para enseñar a los médicos cómo “construir una clínica de células madre de 7 a 8 cifras con Liveyon, mientras te mantienes” en gracia con  la FDA.

Luego, en junio de 2018, una veterana inspectora de la FDA llamada Tania Hall se presentó en el laboratorio de Genetech y pasó cinco días revisando sus registros. Pronto descubrió que la compañía no había establecido restricciones sobre quiénes eran elegibles para donar tejidos y no habían examinado las muestras para detectar el VIH, la hepatitis o el virus Zika, como lo exige la ley. La compañía tampoco tenía manera de rastrear un frasco contaminado de células madre hasta un donante, ni su trabajo de laboratorio se realizó en condiciones estériles. en una carta de advertencia que la FDA envió a Pinos, se expresaba  que estaba infringiendo la ley al comercializar las células madre como una terapia. La carta dejó claro que existía “un riesgo significativo de que sus productos pudieran estar contaminados con microorganismos o tener otros defectos graves de calidad”.

Jim Hardy, quien es un bioquímico que asumió un cargo no remunerado en sus primeros meses como jefe de cumplimiento de Genetech, dice que trató de explicarle a Pinos que la sangre de cordón umbilical que le estaba vendiendo a Liveyon, solo era buena con fines de investigación. “No tenían ningún sistema de calidad básica”, dice Hardy. Él se separó de la compañía, cuando Pinos dejó de responder a sus correos electrónicos. “[Pinos] y yo no teníamos la misma postura en relación a esto”, dice Hardy.

Pinos respondió a la carta de advertencia de la FDA prometiendo corregir los incumplimientos y ofreciendo llenar algunos formularios de muestra que proporcionó. La respuesta de la agencia fue más bien poco contundente. “Le recomendamos que revise las desviaciones enumeradas anteriormente, considere los riesgos graves para los pacientes que presentan sus violaciones de producción y consulte con expertos externos para implementar una acción correctiva integral “, dijo la FDA en su respuesta.

Lo que sucedió después, no fue sorpresa para los críticos de la industria de las células madre. El 12 de septiembre, Galen Dinning, de 82 años y residente en Texas que sufría de dolor crónico, fue a la oficina de un quiropráctico para recibir una inyección de uno de los productos de células madre de Liveyon. Un par de días después, Dinning comenzó a sentir un dolor punzante en el cuello y se presentó en el hospital local con fiebre alta. Fue trasladado en avión a Houston, donde los médicos descubrieron el patógeno, una bacteria (enterobacter cloacae) que tenía en  sangre. Dinning tuvo un ataque al corazón mientras estaba en el hospital, pero se recuperó y fue dado de alta 10 días después. Otra persona que visitó la misma clínica desarrolló un absceso en el lugar de la inyección en su columna vertebral, y un tercero perdió el control de sus manos y pies cuando una infección de la sangre provocó una insuficiencia renal.

Pronto, comenzaron a llegar otros reportes de más clientes de Liveyon,  que se enfermaron gravemente en Texas, Florida y Arizona. Un análisis de frascos sin abrir por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades confirmó la presencia de múltiples bacterias, incluida E. coli, y Liveyon emitió un retiro voluntario del producto. Hartley Hampton, un abogado que representa a seis clientes de Texas, dice que cualquier médico que nombre estos productos como células madre es un “fraude gigante”. Dice: “Básicamente, el producto solo es solo un montón de residuos del parto placenta que mezclámos  en una licuadora“.

No hubo informes de que alguien con autismo se haya visto afectado por los productos contaminados, pero el grupo de Facebook de Perskin se dio cuenta. “¿Alguien tiene más información sobre el reciente retiro de las células de Liveyon?”, Preguntó una madre en una publicación en octubre. Lobe intervino. “Acabo de hablar con un representante de Liveyon“, escribió. “No hay frascos contaminados o lotes malos. “Uno de los proveedores de Liveyon perdió su acreditación de la FDA, por lo que Liveyon está reemplazando voluntariamente todos los frascos existentes con productos de otros proveedores”. Dijo que el retiro era solo una precaución. “Podría ser simplemente que la FDA apunte a Liveyon porque su comercialización es exitosa”, insinuó.

El enriquecimiento de Liveyon

Aunque el riesgo de sangre del cordón umbilical contaminada muestra grandes peligros que se ocultan en el mercado de células madre, podría haber otras consecuencias no deseadas, incluso con productos estériles. Lo más grave puede ser que los padres lleven a sus hijos a múltiples infusiones de múltiples donantes, dice Kurtzberg. Si lo hacen, aumenta las posibilidades de que el niño desarrolle anticuerpos contra células “extrañas”, lo que puede conducir a futuros rechazos de  trasplantes de tejidos o afecciones autoinmunes. “No hiciera eso con mi paciente, mi hijo o conmigo misma”, dice ella.

Kurtzberg dice que, ha medido el aumento de los niveles de anticuerpos en los participantes de su ensayo clínico después de una sola infusión. Con el fin de reducir el riesgo de que los niños desarrollen anticuerpos, en un próximo estudio que involucra infusiones múltiples, planea utilizar células cultivadas a partir del tejido del cordón umbilical de un solo donante. Sin embargo, las compañías de células madre comerciales tienen prohibido cultivar células sin la aprobación de la FDA.

Lobe, por su parte, sigue siendo un verdadero creyente. Él dice que no ha visto resultados adversos con los productos que ha usado hasta ahora, pero advierte a sus clientes que la terapia es experimental y puede tener riesgos imprevistos. “Todo esto queda muy claro para ellos“, dice.

Tras el retiro de Liveyon, Lobe comenzó a adquirir la sangre de cordón umbilical de otra compañía llamada Stemell, con sede en California. “Solo elijo fuentes que están situadas en EUA., Obtienen células de pacientes estadounidenses que son examinados por laboratorios de EUA para detectar cualquier riesgo de infección o transmisión de la enfermedad y que recolectan, prueban, procesan y distribuyen productos que fabrican internamente”, dijo a Spectrum.

El sitio de Stemell, posteriormente mostró una insignia de Cord Blood Association, pero Alan Leahigh, quien es el director ejecutivo de esta asociación, dice que Stemell nunca ha sido un miembro de ella. Luego de una investigación por parte de Spectrum, Leahigh exigió que el sitio web retirara la credencial en diciembre.

Stemell fue fundada por un biólogo celular llamado Peyman Taeidi, dos años después de que se declarara en bancarrota personal. Taeidi dice que no hace ningún reclamo sobre el uso de sus productos, pero está consciente de que algunos médicos los están usando en infusiones para niños con autismo. “Ellos reciben grandes ganancias y están muy contentos”, dice refiriéndose a las familias.

Hoy en día, la página de Facebook de Pinos parecer estar desapareciendo. Su hermano Edizon dice que está en Costa Rica y Genetech ya no parece estar en el negocio: se ha mudado de su laboratorio compartido y no ha respondido a las demandas presentadas en Texas.

El director ejecutivo de Liveyon, Kosolcharoen, dice que la compañía planea demandar a Pinos por suministrar informes falsos de laboratorio, y que ha proporcionado una declaración a la fiscalía de los EUA para el Distrito Sur de California en San Diego. Liveyon se ha asociado con la Clínica Mundial de Células Madre en Cancún, México, que Kosolcharoen llama un “centro de clase mundial para el autismo”. Como preparación para el lanzamiento en marzo del primer producto de células madre fabricado por Liveyon Labs, anunciado como “el primer producto celular de grado clínico de prueba en los EUA.”, un amigo multimillonario de Kosolcharoen ofreció su mansión en Beverly Hills para hacer una celebración.

En Facebook, Kosolcharoen publicó una foto de sí mismo en la casa, junto a un reluciente automóvil Rolls Royce. En ella escribió, “Cuando la vida te da limones, busca una enorme casa para hacer limonada.”



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