Estos días me crucé con varios intercambios referidos a la confusión entre el espectro del autismo y la esquizofrenia. Sí, leyó bien: le juro que en pleno año 2017 se siguen confundiendo estos diagnósticos. No es que haya viajado en el tiempo, ni que lo haya alucinado.
Diferencias entre autismo y esquizofrenia
No voy a explayarme en comparaciones técnicas entre un diagnóstico y el otro, si desean la visión más profesional, pueden acceder al artículo del Dr. Orellana, Diferencias entre autismo y esquizofrenia. Solo me limitaré a señalar que en el último Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM 5), el autismo no figura dentro de los síntomas de la esquizofrenia, ni a la inversa.
En estos intercambios también leí a profesionales defendiendo la supuesta relación del autismo con la psicosis.
Lo invito a observar la siguiente comparación:
- ¿Cuántas veces aparece la palabra «psicosis» asociada a la esquizofrenia en el DSM 5? Diecisiete (17) veces.
- ¿Cuántas veces aparece la palabra «psicosis» asociada al espectro del autismo en el DSM 5? Cero (0) veces.
Contundente, ¿no creen?
La madre cocodrilo
En esta mismas discusiones —que, por lo que verán, no tuvieron desperdicio— también me topé con el concepto de «madre cocodrilo» como causante del autismo del hijo.
Bueno, todavía no termino de digerir el concepto de «madre nevera» y me caen con el de la cocodrilo… ¡Cartón lleno! ¡Ciérrame la ocho!
Por supuesto, tuve que leer qué era la «madre cocodrilo»; un poco por curiosidad, otro poco porque se me terminaron los cuentos de Poe y me quedé sin ficción de terror para la noche.
Al parecer —haciendo un resumen— la madre cocodrilo es una teoría que señala al deseo de la madre como «insaciable», «devorador», «acosador» y «asfixiante», entre otros encantadores adjetivos de esta índole. Como para graficarlo, sería algo así:
Incluso, ese deseo materno asfixiante es relacionado al alto índice de asma infantil. ¡Mira tú!, y yo que pensaba que el asma infantil estaba relacionado a una combinación entre predisposición genética e inmadurez de los sistemas inmunológico y respiratorio.
Me intriga qué teoría cuasi-horoscópica existirá para el cólico del lactante, y además me pregunto qué saldrá del cruce entre una madre cocodrilo y una nevera: ¿un cocodrilo congelado?
¿Por qué nos enoja tanto?
Hay varios factores que hacen que esta confusión sea un tema delicado:
- La confusión de criterios es cosa seria, cuando viene de parte de profesionales de la salud. Las familias estamos acostumbradas a que cualquiera opine sobre autismo sin conocimiento, así como lo hacen sobre el clima o el fútbol, sin ser meteorólogos ni futbolistas. Pero, si un médico nos dice que nos va a auscultar y nos apoya el estetoscopio en el pie, lo mínimo que podemos hacer es mandarlo a revisar los manuales de anatomía. Y si, directamente, ese profesional pretende realizar una intervención sobre nuestra salud —sosteniendo la confusión entre tórax y extremidades inferiores—, más le vale tener a su disposición un buen abogado especialista en mala praxis.
- Los profesionales deben mantenerse actualizados. Hoy en día muchos siguen sosteniendo teorías que han quedados totalmente rezagadas de los conocimientos actuales y de los protocolos de diagnóstico.
Si tuviera la oportunidad de sentarme a hablar con alguno de los grandes pensadores que en la antigüedad aseguraban que la tierra era plana, les discutiría ese concepto con total convicción; no porque yo sea más inteligente ni haya investigado más, sino porque hoy cuento con información con la que antes no se contaba. Sería una necedad seguir sosteniendo teorías descartadas, cuando las evidencias científicas —más allá de que no son absolutas y están en constante avance, pero jamás en retroceso— nos muestran que el conocimiento se dirige hacia otra dirección.
Nadie es culpable, hasta que se demuestre lo contrario.
Las teorías de las que estamos hablando no son nada inocentes y pueden hacer mucho daño. Yo puedo denunciar a mi vecino por robo, pero si no tengo pruebas de su culpabilidad, no será acusado como tal.
Pero alguien puede venir a decir que soy una madre fría, que ignoro a mi hijo al punto de causarle una modificación neurológica; o que por el contrario, soy sobre-protectora al punto de ahogarlo y dejarlo al borde de la asfixia física, una acusación equivalente a producirle lesiones agravadas por el vínculo, y escudarse en que su única prueba son las horas invertidas en leer teorías de vaya a saber hace cuantos años… «Señor juez: mi vecino es culpable de robo. No tengo pruebas, ni fue testigo de ello, pero tengo muchas horas invertidas en leer las novelas policíacas de Agatha Christie».
- La psicosis no es inherente del autismo. Esto ya lo argumenté al inicio de la nota con un par de datos puntuales del DSM 5. Tal vez, para el «ojo inexperto», pueda surgir una confusión entre las estereotipias o la sinestesia, con un estado psicótico, pero nada más errado.
Puede haber casos de comorbilidad, pero esto no es una regla general.
Conclusión
Actualízate ahora, o calla para siempre.
Descubre más desde Autismo Diario
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Nada más arriesgado que buscar profesionales de autismo. Yo tuve que explicar a uno de ellos que mi ordenación de la biblioteca de casa por colores era una cuestión de sinestesia y no psicosis. Y también le tuve que explicar qué era la sinestesia!!!!. Cuántos autistas y cuántas familias pasarán por manos de estos profesionales mal informados y con qué terribles consecuencias para las personas.
Mejor dicho: hay que hacer una super-búsqueda de profesionales en TEA con experiencia comprobada…es decir, convertirnos en “detectives”…Ciertamente nos podemos topar con personas que saben menos que nosotros…triste….muy triste….