Estudio visual muestra “freno débil” en el cerebro autístico

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Respuesta rival: Cuando los investigadores muestran un brócoli y un globo terráqueo por separado frente a cada ojo, las personas con autismo son especialmente propensas a ver una versión combinada de los dos. Caroline Robertson
Respuesta rival: Cuando los investigadores muestran un brócoli y un globo terráqueo por separado frente a cada ojo, las personas con autismo son especialmente propensas a ver una versión combinada de los dos.
Caroline Robertson

Los adultos con autismo luchan por descifrar información visual contradictoria, según los resultados no publicados presentados en la reunión anual 2015 de la Sociedad de Neurociencia en Chicago. Estos hallazgos muestran un desequilibrio importante en el cerebro autístico. Muchos individuos con autismo son muy sensibles a la información visual, los sonidos y otros estímulos sensoriales. Una teoría postula que esta sensibilidad podría deberse a una falta de actividad inhibidora en el cerebro.

Para probar esta idea, los investigadores administraron a las personas con autismo un estudio de rivalidad binocular en el que los investigadores presentaron diferentes imágenes, por ejemplo, un brócoli y un globo terráqueo, por separado frente al ojo izquierdo y al derecho del individuo.

A pesar de que las dos imágenes aparecen en simultáneo, las personas ven una a la vez, una vez con cada ojo. Las personas con autismo van de la imagen del ojo derecho a la del izquierdo más lento que otras personas y es más probable que informen haber visto una versión combinada de las dos imágenes1.

En el cerebro, el neurotransmisor excitador glutamato conduce a las neuronas visuales a registrar la imagen presentada ante uno de los ojos. Al mismo tiempo, las neuronas que liberan el químico inhibidor ácido gama aminobutírico (GABA) suprimen la percepción de la imagen frente al otro ojo. Cuanto más fuerte sean estas señales, más podrá suprimir el sistema visual de una persona la experiencia confusa de ver dos imágenes al mismo tiempo.

«El GABA y el glutamato deberían controlar la fuerza de la supresión visual», dice Caroline Robertson, becaria posdoctoral del laboratorio de Nancy Kanwisher en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Robertson presentó los resultados en la reunión.

Signo de desequilibrio:

Robertson administró estudios de rivalidad binocular a 21 adultos con autismo y 20 controles mientras permanecían en un escáner cerebral. Los participantes presionaban un botón para indicar si veían las imágenes presentadas en el ojo izquierdo, el derecho o una combinación de los dos.

Al repetir el primer estudio, los investigadores notaron que los individuos con autismo iban de una imagen a la otra más lento que los controles. Las personas con autismo también manifestaron ver más imágenes combinadas, lo que sugiere que tienen dificultades para suprimir la información visual contradictoria. Esta deficiencia visual se relacionaba con la intensidad de los síntomas. Cuanta menos habilidad tenga la persona para bloquear la imagen rival, más dificultades tendrá en su desempeño social y comunicacional.

Al extender estos experimentos psicológicos, los investigadores midieron por primera vez los niveles de glutamato y GABA en la corteza visual, región de la parte posterior del cerebro, utilizando un tipo de estudio por imagen llamado espectrometría de resonancia magnética.

No observaron diferencias en los niveles de estos químicos cerebrales entre los dos grupos. En los controles, los niveles más altos de GABA fueron ajustados con una mejor supresión visual. Sin embargo, esta relación no se mantuvo en los individuos con autismo, lo que indica que un circuito inhibidor con alteraciones provoca las deficiencias de la supresión visual en el autismo. (Los niveles de glutamato predijeron la supresión en los dos grupos).

«Esto es una señal de desequilibrio entre la inhibición y la excitación en el cerebro», asegura Robertson. Una teoría más general postula que muchas de las características del autismo podrían ser el resultado de tal desequilibrio.

«La función inhibidora reducida en el cerebro podría incluso explicar algunos problemas cognitivos del autismo», comenta Robertson. En particular, podría sustentar deficiencias en cuanto a la teoría de la mente en personas con autismo, en la cual los individuos tienen que suprimir sus propios pensamientos para comprender lo que otra persona estaría pensando.

Si desea ver más informes de la reunión anual 2015 de la Sociedad de Neurociencia, haga clic aquí.

Bibliografía:

  1. Robertson C.E. et al. J. 33, 16983-16991(2013) PubMed

Spectrum ofrece noticias y análisis de los avances en la investigación del autismo. Los fondos para Spectrum provienen de la Simons Foundation Autism Research Initiative (SFARI), pero el medio de comunicación es editorialmente independiente “.
©Fundación Simons, Spectrum y autores, todos los derechos reservados.
©Traducción Ileana Gerard
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