El patio de mi colegio

Jugando a basketHe pasado mucho tiempo y he dedicado muchas horas a observar conductas en los tan deseados recreos de colegio. Os pongo en situación: los alumnos salen del aula tras varias horas trabajando, deseosos de correr, saltar, jugar a la pelota, charlar con los compañeros, tirar su preciosa peonza recién comprada e incluso con ganas de chinchar a sus compañeros. Sí, he puesto chinchar a sus compañeros, aquí es donde empieza el problema que nos encontramos a diario, y no es que nos lo encontremos una vez, ni dos, sino se que se repite varias veces y durante todo el año.

Os estaréis preguntando cual es ese problema, es fácil; todas las veces empieza con coletillas muy parecidas: “Profe es que Fulanito…”, “Profe es que Menganito…” y como no las respuestas también son siempre similares: “Ahora hablo yo con él”; “Dile que venga ahora mismo”; “Habrá sido sin querer”.

Respuestas todas ellas que a mi parecer carecen de mucho significado ya que en realidad, en contadas ocasiones se resuelve el problema. Yo en muchas ocasiones también las he dicho.

Todo este entramado de preguntas y respuestas rápidas viene dado la mayoría de las veces por el poco valor que otorgamos al ocio de nuestros alumnos dentro de la escuela, cuando debería ser una de las partes fundamentales dentro de la educación.

Es uno de los espacios en el que vamos a poder ver al niño desenvolviéndose con total naturalidad, una libertad de la que se les “priva” dentro del aula, aprovechémosla para seguir enseñando, una educación en valores primordial para que el resto fluya de una manera adecuada.

Como ya he dicho antes, no me libro de dar esas respuestas ante situaciones problemáticas que iban surgiendo, hasta que un día, después de repetir una y otra vez el mismo sermón, me di cuenta que no se estaba cumpliendo el objetivo: “dar una solución adecuada al problema” y me paré a pensar que tendría que haber algún método mas efectivo.

Uno de los principales objetivos dentro de la educación es enseñar a tus alumnos estrategias para desenvolverse a lo largo de su vida. Los adultos resolvemos nuestros conflictos, o al menos lo intentamos, por medio de un acuerdo común, por lo tanto eso es lo que debemos enseñar, que usen el dialogo para buscar una solución entre las partes afectadas.

Para ello, dentro del propio patio del colegio he decidido colocar “LA MESA DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS” Con ella se trata de que los alumnos que tienen algún tipo de discusión durante su tiempo de ocio sean capaces de sentarse e intentar buscar una solución al problema sin acudir a la figura del adulto.

Evidentemente esto lleva un proceso, acorde a la edad del grupo con el se trabaje, con objetivos y estrategias diferentes, empezando con unos pasos sencillos para que con el transcurso de los años se llegue a una mayor independencia. Yo tengo estos objetivos y estas estrategias marcadas por edad que no detallo ya que se extendería demasiado y mi objetivo principal es hacer llegar la idea.

Dentro de todo esto, es muy importante la figura del profesor-educador. Se busca fomentar la independencia y el diálogo, pero como siempre que enseñamos algo debe de ser de una manera controlada. Actuando como tercera persona de apoyo si no se consigue llegar al objetivo, o con el paso de los años como simple oyente situando la figura de un compañero ajeno al conflicto como persona de apoyo.

Creo que se trata de una forma de abordar los problemas en un espacio de libertad del alumnado e inculcando una educación en valores, favoreciendo el diálogo y sobre todo la independencia de nuestros chicos. Se desarrollará también la capacidad en la toma de decisiones, la auto crítica y una cosa fundamental; saber pedir perdón siendo conscientes de lo que eso significa.

Es un trabajo difícil y que requiere implicación, pero todos los que nos dedicamos a esto, sabemos que preparar a un niño para enfrentarse a su futuro no es fácil, intentemos hacerlo de la mejor manera posible, podemos crear una sociedad venidera mejor para todos y sentirnos orgullosos de lo bonito que es nuestro trabajo.

ACERCA DEL AUTOR:

Por: Álvaro Girón Martín

Twitter: @swarley_giron
Diplomado en Magisterio de Educación Infantil y Licenciado en Psicopedagogía por la Universidad Complutense de Madrid.

Especializado en Autismo y Asperger por la VIU (Universitat Internacional Valenciana).
Apasionado y cada vez mas implicado con el Planeta Asperger.

En continuo aprendizaje e intentando hacer ver que: “En la diferencia radica la riqueza de las personas” .

 


Descubre más desde Autismo Diario

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

4 comentarios en «El patio de mi colegio»

  1. primordial me parece la observaciòn diaria de nuestros pequeños para detectar formas diferentes a los patrones de actuaciòn segun edades. buscar informaciòn y ayuda para estar presentes en sus vidAS Y AYUDARLOS AL MÀXIMO . A VECES ADULTOS QUE NADIE NOS ATEDIÒ CUANDO NIÑOS Y LUEGO TENEMOS CONDUCTAS QUE NO PODEMOS EXPLICARLAS , NADIE NOS ENTIENDE. NO PUDIMOS APRENDER LOS ESTEREOTIPOS , LAS MEDIOVERDADES. LOS CINISMOS.COMO PADRES NO PODEMOS PERMITIRNOS SER IGNORANTES.NI LOS DOCENTES TAMPOCO. POR NUEVOS NIVELES DE PAZ Y AMOR.LUCHEMOS

    Responder
  2. Es cruel, cruelísimo y sucio no dedicarse y entregarse con todo el amor y comprensión a nuestras criaturas angelicales que no se pueden defender, o sólo con frases totalmente inocentes@verdaderas…. hay que hablar en todos los sitios y con toda franqueza de nuestros niños tan maravillosos… y levantar la voz siempre que haga falta defendiéndolos….
    ….abrazarlos, besarlos, darles las gracias por toda su inocencia y sinceridad…. Hemos nacido para acompañarlos a ellos en primer lugar!!!!!

    Heidi Kühn-Bode, filóloga, traductora y escritora gallega y alemana

    Responder
  3. Lamentablemente es triste ver como practican el bullying en los centros educativos pero por las personas que supuestamente son las encargadas de educar, en mi caso particular los compañeros de mi hiijo lo integran a su grupo y juega hasta con muñecas si le toca, pero en algunas ocasiones son los maestros los que lo rechazan y hasta le dicen que por hacer mal una tarea nadie debe hablarle, a lo mejor es porque estos niños increibles son tan inteligentes dicen la verdad con una facilidad que cualquiera de nosotros los neurotípicos quisieramos tener. La diplomacia, las mentiras piadosas es la que éstos niños no manejan y por ello siempre seran objeto de hostigamiento.

    Responder
  4. ¡Gran labor la de intentar atajar el bullying en sus primeras fases! Cuando veo en clase algún amago de estas actitudes incordiantes, sobre todo cuando está claro que un chaval o un grupo de ellos está adquiriendo una posición de poder con respecto a otro (amilanándolo, tratando de achantarlo, despreciándolo, dedicándole frasecitas o palabras que se sabe que han sido expresadas con intenciones hirientes, haciéndole el vacío), siempre trato de cortarlo de raíz, pero siempre me queda la duda de qué sucederá fuera de clase, en los recreos, donde, como bien dices, los alumnos se comportan con espontaneidad y salen a la luz muchas actitudes que pueden hacer mucho daño. Los niños con TEA suelen sufrir el bullying incluso con más virulencia que cualquier otro. Buena propuesta.

    Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde Autismo Diario

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo